Cada 27 agosto se reivindicamos
el día de la dignidad y resistencia del Desconectad@s, en honor a la memoria de
las niñas Susana y Vanesa, muertas en el barrio Paris a causa de la desconexión
de la energía eléctrica por parte de EPM. Son innumerables las muertes de niños
y adultos en todo el país, que son desconectados porque no cuentan con los
recursos económicos para pagar las altas tarifas de servicios públicos domiciliarios.
Las soluciones al problema de los
desconectad@s siguen siendo precaria por parte de la multilatina EPM y la
Alcaldía de Medellín. Para las 27.000 familias sin energía en la ciudad, la
tarjeta prepago de energía es una manera de disfrazar la desconexión, rebajando
las cifras de desconexión sin garantizar la continuidad del servicio y por ahí
derecho EPM empieza a recuperar su “cartera morosa”.
También rechazamos la
implementación de la tarjeta prepago de Agua Potable donde se limita el derecho
al Agua como un bien común, en una ciudad donde habitamos 46.000 hogares sin
agua potable. Estas medidas ratifican la privatización de los servicios
públicos domiciliarios. Creemos necesario que se implementen políticas de
mínimo vital de agua y energía para los estratos 1, 2 y 3.